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Es uno de los procedimientos más comúnmente usados en los consultorios dermatológicos para el tratamiento de una gran variedad de lesiones en piel tanto benignas, pre-malignas y malignas.

Durante la aplicación hay ligero dolor tipo quemazón que suele durar entre 40-60 minutos después del procedimiento, el área tratada presentará ligero eritema o enrojecimiento asociado a edema o hinchazón, al día siguiente puede aparecer una ampolla que no debe manipularse y posteriormente aparecerá una costra.

Se debe extremar medidas de higiene para evitar que se sobreinfecta. La herida cura entre 2-4 semanas después del tratamiento y se debe usar protector solar de forma juiciosa para evitar manchas en la piel.

Es uno de los procedimientos más comúnmente
usados en los consultorios dermatológicos
para el tratamiento de una gran variedad de lesiones en piel.